martes, 7 de diciembre de 2010

Día de puertas abiertas en el Congreso

Aprovechando este megapuente casi acueducto nos hemos quedado en Madrid para hacer de turistas en la ciudad donde vivimos. Esta vez tocaba visitar lo que más a mano tenemos y que muchas veces no disfrutamos.

Una vista excepcional de los leones

Ha sido un puente frío, pasado por agua y con muchas noticias: entre wikileaks y los controladores no ganamos para novedades, pero aún así nosotros hemos salido a la calle y nos ha cundido un montón, poco a poco lo iré colgando por aquí.

La famosa Sala de los Pasos Perdidos (preciosa) donde se hacen los actos oficiales (ayer mismo la recepción del día de la Constitución).

Hoy hemos aprovechado para ir a visitar el Congreso que era una visita que teníamos pendiente desde hacía mucho tiempo. El Senado ya lo habíamos visitado y es recomendable 100%, es precioso y hay mucha menos cola.

La actual Constitución firmada por el Rey.

Nos hemos animado aunque en Madrid se ha levantado un día de mil demonios. Han sido tres horas de cola, la primera media hora bajo la lluvia pero ha merecido la pena. Yo creo que es una visita que todos debíamos hacer alguna vez en la vida. Pero también es verdad que las colas desaniman a cualquiera.

El hemiciclo. Los asientos de la Presidencia del Congreso y la tribuna de oradores.

El edificio es una preciosidad. Las salas que se pueden ver son increíbles. Entras por la puerta de los leones, que sólo se abre para el Rey y estos días. De ahí a un saloncito donde suele recibirse a las autoridades y el Salón de los Pasos Perdidos, con un mesa magnífica, regalo del Zar a Isabel II en su boda.

Los tiros del 23-F en la cúpula del Congreso.

A continuación unas salas de escritorios, una con un reloj astronómico preciosos y la otra con el ejemplar original de la Constitución firmado por Juan Carlos I. De ahí por los famosos pasillos (parecen mucho más grandes en la tele) al hemiciclo.

El Hemiciclo (casi que hoy hay más gente que en un día de Pleno ¿no?)

Te van avisando de lo pequeñito que es pero a mí no me ha resultado tan pequeño. Entras por la zona donde irrumpió Tejero y casi lo primero que te llama la atención es que todo el mundo está mirando para arriba buscando los disparos. La cúpula es muy bonita, tanto la cristalera como las pinturas, los cuadros con escenas políticas españolas, las estatuas de Isabel y Fernando... y por supuesto los sillones de los diputados. Parecen cómodos (así algunos se nos duerme), tienen una pantalla de ordenador conectada a su despacho y sus botones del SI, NO y ABSTENCIÓN. En azul los del gobierno y en rojo, el resto.


Detalle de uno de los tiros en el techo. Hay bastantes la verdad y son como un recordatorio de lo que no se debe hacer aquí.

Después te llevan a los pasillos de los despachos (con los cuadros de los distintos presidentes del Congreso; he echado de menos a Marín, no les habrá dado tiempo), a la sala Mariana Pineda donde se reunen los portavoces y a la sala Constitucional, donde por ejemplo se reunió la Comisión del 11-M (la única con cabinas de traducción; sí, ya me he vuelto yo también freaky de esto) y que tiene una colección de retratos de los padres de la Constitución (Fraga sale tan jovencito).

Retratos de los padres de la Constitución en la Sala Constitucional

Por último nos han dado un pequeño regalo: una Constitución y una bolsa reutilizable para ir a la compra con el escudo del Congreso (graciosillo).

La visita me ha gustado mucho, me ha sorprendido todo gratamente pero tengo varios peros que comentar. Lo primero es que tal y como estamos de avanzados ¿dónde está la necesidad de hacer cola con frío, lluvia...? ¿No sería mucho más fácil asignar un número por Internet, tantos visitantes en esta franja horario y punto? Incluso guardar los dnis para que tuvieran preferencia los que nunca lo han visitado. Lo dejo como sugerencia a quien corresponda. Y un segundo pero es para la organización dentro del edificio. Estaba todo lleno de personas a tu disposición para hacer preguntas, responder dudas... pero ¿por qué no visitas guiadas? al menos a las primeras salas, aunque fuese libre en el hemiciclo pero sería mucho mejor aprovechada la visita si te explicasen un poquito de historia, de quién hizo qué, de momentos vividos allí... Ahí queda :)

Si alguien se anima, aún queda mañana.

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