Fueron unas de las últimas palabras de Marcelino Camacho a su vida, Josefina Samper antes de morir. Grandes palabras.
Mientras veía las imágenes de su capilla ardiente y su homenaje en Madrid, algo que me llamó muchísimo la atención fue ella: Josefina. Una mujer cuya vida se estaba quedando sin su mitad, una mujer que se está despidiendo de la que ha sido su historia, su vida, una mujer entera, completa, que incluso es capaz de dirigirse a las miles de personas que estaban ahí y lo hace sin que le tiemble la voz, completa. Supongo que será la tranquilidad que te da el haber compartido toda tu vida, muchos años (aunque siempre parecen pocos) con el amigo, el amante, la pareja, todos los momentos, y el despedirse ahora, cuando uno es mayor y nota que su vida está en el último o penúltimo recodo, debe ser muy dulce cuando te quedan todos esos recuerdos y todo ese amor.
Me maravilló su entereza, su fuerza, la serenidad que irradiaba... Ójala todos pudiésemos verlo como ella.
Pues yo siempre he dicho que prefiero que mi marido se quede viudo a quedarme yo... la verdad... Soy muy cursi, pero la entereza es algo de la persona, pero la vida es algo de la pareja... no ???
ResponderEliminarBesitos guapetona!!!
Si, yo también prefiriría irme yo primero o irnos a la vez (como David el gnomo) pero eso no se puede elegir. La vida en pareja es de los dos y si uno se va, esa vida se acaba pero también existen más vida: la de los hijos, la de los nietos, la de los amigos, la de las aspiraciones... y aunque la vida de pareja es la principal, como juntos se ha creado todo lo demás, se tiene que tener la fuerza de la pareja para seguir adelante.
ResponderEliminarGracias por visitarme :)