Estoy preparando unas oposiciones para profesor de secundaria de Matemáticas.
Es una profesión que me encanta, en la que he probado y creo que puedo hacerlo bien, sin olvidar que es un trabajo que exige compromiso, renovación y ganas de saltar obstáculos todos los días, ya que el fin es la educación de unos chavales que se merecen lo mejor (y no sólo lo mínimo).
Mi rutina se convertirá de aquí a los próximos dos años (y tendré que seguir porque las opos son una carrera a medio plazo) en estudiar los 71 temas teóricos, preparar los problemas de la parte práctica, confeccionar mi programación didáctica con sus unidades correspondientes, estar al día de leyes,decretos... hacer cursos online para completar el apartado de puntos, prepararme un diploma de inglés... una vida volcada en la oposición. Pero merece la pena, porque hay una satisfacción enorme en ser profesor, en conseguir que una mente joven aprenda algo (no sólo matemáticas), porque quiero que alguien tenga de mí el recuerdo maravilloso que yo tengo de mis profesores...
Pero la labor del profesor es algo denostado, cada vez se minimiza más su importancia, se le quita valor. Un amigo profesor de secundaria tiene un blog estupendo en el que ha publicado un artículo clarificador sobre la situación del profesorado: http://vonneumannmachine.wordpress.com/2010/11/16/lo-que-debe-ser-un-profesor-de-secundaria/
Os recomiendo su lectura. Gracias Santi por ponerle palabras a los pensamientos de muchos (Además te robo el chiste :)
Es una profesión que me encanta, en la que he probado y creo que puedo hacerlo bien, sin olvidar que es un trabajo que exige compromiso, renovación y ganas de saltar obstáculos todos los días, ya que el fin es la educación de unos chavales que se merecen lo mejor (y no sólo lo mínimo).
Mi rutina se convertirá de aquí a los próximos dos años (y tendré que seguir porque las opos son una carrera a medio plazo) en estudiar los 71 temas teóricos, preparar los problemas de la parte práctica, confeccionar mi programación didáctica con sus unidades correspondientes, estar al día de leyes,decretos... hacer cursos online para completar el apartado de puntos, prepararme un diploma de inglés... una vida volcada en la oposición. Pero merece la pena, porque hay una satisfacción enorme en ser profesor, en conseguir que una mente joven aprenda algo (no sólo matemáticas), porque quiero que alguien tenga de mí el recuerdo maravilloso que yo tengo de mis profesores...
Pero la labor del profesor es algo denostado, cada vez se minimiza más su importancia, se le quita valor. Un amigo profesor de secundaria tiene un blog estupendo en el que ha publicado un artículo clarificador sobre la situación del profesorado: http://vonneumannmachine.wordpress.com/2010/11/16/lo-que-debe-ser-un-profesor-de-secundaria/
Os recomiendo su lectura. Gracias Santi por ponerle palabras a los pensamientos de muchos (Además te robo el chiste :)
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