Y vuelves con algo de miedo en el cuerpo, con respeto y temor porque sabes que te has estado equivocando, lo has reconocido aunque te ha costado, lo intentas aún cuando te cuesta un mundo tomar la iniciativa pero entiendes que las señales que te llegan muestran un mar al menos con olas calmadas, lo importante es volver poco a poco, estás trabajando en mejorar ... y cuando menos te lo esperas, zas, zarpazo, dolor, daño, te tiran al suelo otra vez, te dejas tirar, y duele, duele mucho porque no hay mayor daño que el que inflige alguien a quien quieres.
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