¡Casi se me pasa y cierran la exposición sin ponerlo por aquí! Sólo hasta el 15 de enero.
Totalmente recomendable. Nos encantó, nos impactó y nos hizo pensar. La verdad es que ibamos a ver la exposición de Dalí-Lorca (no nos entusiasmó) y de paso pasarmos a ver la de Isabel Muñoz. Está organizado por Unicef y la Fundación La Caixa por el anivesario de la convención de los Derechos del niño.
La exposición está en una sala pequeñita, llena de espejos en las paredes. Son grandes murales de fotografías por ambas caras y en los laterales un derecho y la historia del niño fotografiado en cuya vida ese derecho se incumple. Los murales están puestos casi en forma de laberinto y quizás esa disposición ayuda a acercarte aún más a las historias. Todas son increíbles, es realmente triste ver como los más perjudicados siempre son los más débiles, los niños. Es imposible quedarte con una historia, con uno de los niños, todos te llaman por igual, y por supuesto también hay un lugar para la esperanza con fotos e historias de niños a los que la vida les ha sonreído y no ven sus derechos no cumplidos.
Mi enhorabuena para la labor de UNICEF, la fundación La Caixa y la fotógrafa Isabel Muñoz, me resultó una exposición muy enriquecedora y muy emotiva, aunque sería mejor que no hubiese tantos ejemplos para la vida real, que esos niños y tantos otros tuvieran una vida más fácil.
Totalmente recomendable. Nos encantó, nos impactó y nos hizo pensar. La verdad es que ibamos a ver la exposición de Dalí-Lorca (no nos entusiasmó) y de paso pasarmos a ver la de Isabel Muñoz. Está organizado por Unicef y la Fundación La Caixa por el anivesario de la convención de los Derechos del niño.
La exposición está en una sala pequeñita, llena de espejos en las paredes. Son grandes murales de fotografías por ambas caras y en los laterales un derecho y la historia del niño fotografiado en cuya vida ese derecho se incumple. Los murales están puestos casi en forma de laberinto y quizás esa disposición ayuda a acercarte aún más a las historias. Todas son increíbles, es realmente triste ver como los más perjudicados siempre son los más débiles, los niños. Es imposible quedarte con una historia, con uno de los niños, todos te llaman por igual, y por supuesto también hay un lugar para la esperanza con fotos e historias de niños a los que la vida les ha sonreído y no ven sus derechos no cumplidos.
Mi enhorabuena para la labor de UNICEF, la fundación La Caixa y la fotógrafa Isabel Muñoz, me resultó una exposición muy enriquecedora y muy emotiva, aunque sería mejor que no hubiese tantos ejemplos para la vida real, que esos niños y tantos otros tuvieran una vida más fácil.
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