miércoles, 12 de mayo de 2010

Hoy


No estoy pasando un momento dulce pero la vida no está hecha sólo de azucar. Parece que cuando las cosas van mal, van mal por todas partes en tu vida, que nada se puede arreglar, que todo es cuesta abajo. Siempre pensamos que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pienso que me he equivocado en algunas decisiones que he ido arrastrando y que han provocado consecuencias imprevisibles en mi vida.
Pero eran mías, como siempre en esta vida, la decisión fue mía y ahora sólo la culpa es mía o el acierto. He caído y he necesitado manos para levantarme, he querido tener ahí esas manos amigas pero la única mano que necesito es la mía, mis dos manos.
He creído en personas que me han decepcionado y eso me pone triste, pero a cambio, vuelvo a creer en la humanidad, en gente que sorprende, que quiere en silencio y sin aspavientos.
Dice Punset en el libro que me estoy leyendo que después de un problema grave, a los seis meses ya está todo recuperado, tu vida vuelve a tener timón... no voy a esperar tanto, no puedo esperar tanto, no puedo permitirme esperar tanto.
No voy a buscarme, voy a crearme.

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