¿Cómo lo hace? ¿qué hace? ¿hace lo que cree que A quiere? ¿hace lo que B querría que hicieran en su caso? ¿actua sin pensar y según las circunstancias? No es nada fácil. ¿Dónde está el limite entre la ayuda y la intromisión? ¿cuándo la generosidad llega al límite? ¿cómo darse cuenta de que la ayuda no está llegando? ¿de que no es bienvenida? ¿cómo leer las señales? ¿es fácil decir "no me estás ayudando"? ¿se debe decir o simplemente mejor aceptar la ayuda aunque no nos sirva para no dañar a la otra persona?
Sabemos que la relación de ayuda no es por igual, que no es doy cinco y me das cinco, que A y B no siempre responden igual ante el mismo hecho pero ¿no hay veces en que esa ayuda parece una cuerda, muy larga por un extremo y muy corta por el otro?
¿Se ayuda igual ante una petición de ayuda que ante una persona que tiene un problema pero no pide ayuda? evidentemente no, pero ¿cómo lo hacemos?
Últimamente me he visto envuelta en varias de estas situaciones, a veces como sujeto A a veces como sujeto B y creo que es la parte más dificil de las relaciones personales: ayudar y ser ayudado. Es la parte de la amistad que más problemas provoca pero también la más satisfactoria.
Para seguir leyendo: http://www.elpais.com/articulo/portada/Aprender/ayudar/elpepusoceps/20100425elpepspor_7/Tes
Nadie es una isla, completo en sí mismo; todo hombre es un trozo del continente, una parte del todo” (John Donne)
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