Al contrario que en la Biblia, todos nacemos mujeres y a las ocho semanas de gestación, algunos se convierten en hombres.
Las diferencias del cerebro femenino y el masculino no son un mito. Existen y están ahí, tanto a nivel físico (distintos tamaños en distintas zonas) como a nivel hormonal (el cóctel que tenemos nosotras cada mes, no lo sufrís vosotros, suertudos: esas hormonas que nos cambian casi día a día). Este libro ayuda un poquito a entender todo eso que nos une y nos separa. Qué nos hace pensar así, ser así, sentir así... porqué preferimos los muñecos a los coches, porqué vamos juntas al baño, qué nos bulle por dentro para sentir que ha llegado el momento de ser madres...
Libro muy recomendado por mi entorno y que no pude dejar de comprarme ante la curiosidad. Es interesante, sobre todo porque hay muchas cosas que ni nosotras entendemos muchas veces. Libro para chicas que quieran entenderse un poco más y para chicos que nos quieran entender un poco al menos.
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