domingo, 27 de noviembre de 2011

Credo particular

Creo que no se me dan bien las presentaciones. Creo que tampoco las despedidas.

Creo que somos aquello en lo que creemos.

Creo en las canciones. Creo en la elegancia de Cary Grant. Creo en los detalles. Creo que hay que ir por la vida con los ojos bien abiertos. Creo que soy más de los Stones que de los Beatles. Creo que Scarlett Johansson está sobrevalorada. Creo que hay que ser muy hombre para olvidar a una mujer. Creo que ahora los gin tonics los preparan decoradores de interiores. Creo que una camisa blanca es lo más elegante que puede llevar un hombre. Creo en las mujeres que derrochan simpatía. Creo en Brown Eyed Girl. Creo en el crujir de los hielos cuando te sirves una copa. Creo en los hermanos Coen. Creo que todos tenemos dentro un guardián entre el centeno. Creo en las letras de Sabina. Creo que el teatro es el verdadero cine en 3D.

Creo que existen pocas cosas mejores que una buena ducha. Creo en Clint Eastwood. Creo que hay que desconfiar de la gente que habla mucho en el desayuno. Creo en el inconformismo: buscar la tarta de queso, el steak tartare o la canción perfectas. Creo en Paul Auster. Creo que dos dry martinis son pocos y tres, demasiados. Creo en el olor a tostadas por la mañana. Creo en las chicas que saben a ginebra, tabaco y lápiz de labios. Creo que algún día viviré en Lisboa. Creo que el imbécil grita y el inteligente calla. Creo que no se puede cambiar de pasión. Creo en las cenas con buenos amigos. Creo que las mejores canciones aún están por llegar. Creo que Charada es una de mis 5 películas favoritas. Creo que Madrid en primavera es insuperable. Creo en Billy Wilder. Creo que el reloj, la forma de estrechar la mano y los zapatos dicen mucho de un hombre. Creo en Pixar. Creo en las películas en versión original. Creo que el vinilo suena mejor. Creo en el Bloody Mary como remedio para la resaca. Creo que no hay nada mejor en este mundo que escuchar a una chica reír. Creo que el café ha de ser negro como el demonio, caliente como el infierno, puro como un ángel y dulce como el amor. Creo que a la tarta de queso le sobra la frambuesa. Creo en las balas perdidas.

Creo en la gente que cree.

Puedo casi casi decir que si a cada punto del credo. Más aquí: bon-vivant.blogs.elle.es/2011/11/25/el-credo-de-un-bon-vivant/

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