miércoles, 22 de septiembre de 2010

Algo sentimental y personal

Cuando uno tiene un problema hay mil formas de afrontarlo. Lo que para mi puede serlo, para ti no y viceversa. A cada uno lo que le importa es lo suyo, lo que le está pasando al otro, lo ve con distancia...

En los últimos tiempos estoy viviendo una situación bastante dificil, que aunque todos hemos de pasarla, nadie quiere que le toque: la enfermedad de un ser querido. Tengo claro que es una situación de la que se aprende, que me va a tocar sufrir y que superaré, que no me hace falta nadie, que las palmaditas en la espalda no me van a solucionar nada.

Pero también tengo claro que en situaciones así yo necesito apoyo, necesito manos, necesito sonrisas, necesito palabras. Puede que otras personas no pero yo si. Encima esta situación ha coincidido con verano, époco mágica donde todo se relaja, cada uno no piensa más que en su descanso y en sus vacaciones, los demás nos dan un poco igual, desconectamos de todo (todos, yo también). También es que hay gente que no sabe estar en una situación así, que se bloquea, y gente que no quiere... de todo hay.

En ese contexto, en el que sé que nadie tiene obligación de estar ahí y que además es más difícil por ser veranito y en el que sé que yo necesito, es donde quiero dar gracias. Quiero dar las gracias a esas personas que han estado y están a mi lado todo el rato y no me refiero a mi familia, a mi pareja... me refiero a esos AMIGOS con mayúsculas que han estado al quite todo el tiempo, que llevan ahí desde hace mil y que espero que sigan ahí hasta el infinito.

Esas personitas que saben que es una situación cotidiana y difícil pero que desde muy lejos y desde muy cerca han sido un apoyo, han pedido información sin avasallar, han estado pendientes de todo, muy especialmente de mi pero también de todos los mios. Esos amigos que han querido compartir momentos, que han sabido sacarme de casa, provocarme una sonrisa cuando sólo quería llorar, que han utilizado todos los medios a su alcance para estar cerca aunque cuando yo no podía o no quería o no era capaz ni de estar. Esas personas que me han estrechado la mano para darme fuerzas, que me han abrazado cuando me caía, que me han escuchado cuando necesitaba sacar lo de dentro. Esos amigos que no hacia falta que demostraran nada pero que lo han hecho una vez más y cuando más se les necesitaba.

MUCHAS GRACIAS, A. MUCHAS GRACIAS, J.

Gracias por ser así y por serlo conmigo.

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