Me encanta esta calle, está lleno de sitios distintos: un bar de siempre, un italiano, una creperie, uno para tapear, uno para cañas, una exquisito, uno para todos los días...
Volviendo al tema. He ido dos veces. Una a tomar algo, cañitas y raciones y me gustó (el pulpo es espectacular, gallego de verdad, en su punto, templado y sabroso y acompañado de sus cachelos). Me gustó tanto que volví a cenar (y con compañía de la que sabe). Nos sorprendió y mucho. Lo primero: la galeria de pasillos y zonas para sentarse que es casi un laberinto pero con la que gana en autenticidad y en intimidad. Y luego, lo importante, la comida: repetimos pulpo (aunque mejor la primera), tortilla gallega (jugosa y eso que a mi así no me gusta), patatas con chorizo... y lo mejor: la mariscada. Pone para dos pero es perfecta para cuatro y así poder probar más cosas: navajas, gambas, berberechos, cigalas, langostinos, mejillones... ñam ñam ñaaaaaaaaaaaaaaam.
¿Cuándo volvemos? Ah, el precio es ajustado, no es muy caro, teniendo en cuenta que es marisquito y productos buenos...
Lo dicho ¿Repetimos?
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