martes, 29 de junio de 2010

I don't understand

Cada vez veo más a gente que defiende unas ideas a capa y espada, que las hace suyas contra viento y marea y que después actua de forma opuesta por determinadas circunstancias: porque quiere, porque puede, porque le es más fácil, porque le empujan a ello... y no lo entiendo.

A mi alrededor mucha gente hace alarde de sus ideas, creencias, valores, formas de pensar... y se ratifica en ello una y otra vez. Cuanto más radical es la idea, más se esfuerzan en defenderla, en hacerla pública, en demostrar su valía... y al final, esas personas, cuando actuan, lo hacen de forma contraria a lo que está defendiendo, y ¿ahora qué? ¿dónde ha quedado esa claridad mental? ¿esa idea que era inamovible?


Es especialmente significativo el caso de la religión. Mucho predicar, mucho vender la idea, mucho decir que las ideas son para siempre, lo que está mal, manifestarse, publicar esa forma de actuar... y al final cuando a cada uno le llega la situación, hace lo que es más fácil, lo que quiere, sin importarle todo lo que había defendido antes frente al mundo. La respuesta será: no había otra opción, era lo mejor para el conjunto no para mi, es una situación diferente la mía... ya ya y ya. Cada situación es diferente y por eso a veces hay que defender las ideas con menos vehemencia e intentar comprender al de enfrente, al que ya ha pasado por ahí y ha elegido la opción que no defendemos, que no compartimos, que a nosotros no nos gustaría, porque no sabemos al estar a ese otro lado qué hariamos nosotros.

Muchos días no lo he entendido. Hoy tampoco.

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