viernes, 10 de junio de 2011

Melanger tout

Últimamente estoy recibiendo vitamina A de amigos en vena.

No me gusta mirar atrás pero a veces es necesario, y si pienso en estas mismas fechas el año pasado, la cosa no puede ser más diferente.

Después de mucho sufrimiento gratuito pero no inútil porque me sirvió para aprender, para ver mejor las flores en el bosque, para aprender a que no siempre es bueno ir a corazón abierto porque hay gente que hace daño... ahora recibo dosis extra de alegría.

El martes pasado tuve raclette en casa con un grupo de amigos y lo pasamos pipa. El jueves tocó merienda de chicas y no dejamos ni un tema sin tocar. El viernes celebramos un cumpleaños tradicional y uno que siempre sorprende: esta vez tocó concierto en directo ¡qué nivel!. El sábado hubo fiesta en el colegio donde trabajo y hubo un ambiente maravilloso con el resto de compañeros. El domingo vinieron una pareja de amigos a comer a casa y nos tocó ponernos al día. Ayer volvimos a tener raclette en casa con un grupo de compis del cole y acabamos riendo como niños (además de muy bien cenados).

Y este finde me toca en en el pueblo. Celebraré mi cumpleaños con una superbarbacoa y me apetece un montón. Me apetece dejar la tristeza a un lado, me apetece reírme hasta que me duela la cara, me apetece tener agujetas de reír, me apetece charlar un montón, me apetece juntar a los amigos que pueden (no pueden venir todos oh:( y tenerlos ahí a mi lado. Porque no quiero volver a pasar un cumpleaños como el pasado, porque como dice el anuncio de Ligeresa "la vida no está hecha para contar calorías", no está hecha para llorar, ni para sufrir... hoy estarán los que tienen que estar, mañana puede que los mismos u otros, pero siempre habrá alguien que tiene que estar y se merece estar al 100%: YO.



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