martes, 23 de febrero de 2010

¿Cuántos amigos puedo tener?

En la era de Facebook, Tuenti, Messenger y similar parece que la cifra ha de ser estratosférica. No eres nadie sin cientos de contactos en tu libreta de direcciones, miles de amigos en Facebook, y un messenger en el que no quepan las direcciones.

Estos días la polémica ha saltado ante un artículo de The Times según el cual el cerebro humano sólo puede gestionar 150 amigos: 150 personas de las qué recordarás su fecha de cumpleaños, a las que felicitarás de verdad en Navidad (y no un forward), 150 personas que te aportarán algo...Personas con las que establecer una relación de confianza y reciprocidad (utopía). Más allá de esos 150 están lo que llamaríamos amigo-conocido, está ahí, hace bulto, pero no acudirías a ellos en una situación de apuro.

La polémica está entre los que creen que 150 es poco y su afán de exhibionismo de amistad o los que creen que 150 es una barbaridad. Todo depende un poco de qué consideremos un amigo y de qué tipo de amigo estemos hablando. Es una locura hablar de 150 amigos íntimos, de ese círculo que permanece a lo largo de los años, con cambios provocados por las vueltas que da la vida, pero que siempre permanecen. Ese círculo lo compondrían según el artículo unas 5 personas.

Ayer justo estaba hablando con un amigo sobre este tema. Ambos llegábamos a la conclusión de que 5 personas forman el círculo más importante de tu vida: pueden ser menos incluso, y ahí puedes incluir a tu familia, a tu pareja (si es tu amigo... que no siempre ocurre) y a tu uno o dos o tres amigos más íntimos, aquellos que están ahí a tu lado en lo bueno y en lo malo, sobre todo en lo malo, aquellos a los que acudes cuando necesitas desahogarte y no sólo cuando necesitas irte de fiesta o de vacaciones, aquellos que saben cómo estas sin ni siquiera preguntarte, aquellos que pueden estar fuera una temporada y que a la vuelta todo seguirá cómo antes... esos amigos que son únicos y que nos hacen tener una vida mejor.


Me considero una persona afortunada por tener amigos de ese tipo (no todo el mundo puede decirlo). ¡Gracias a los que sois, gracias a los que estáis!

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